Pepe Mujica se despide en vida de sus seguidores

El expresidente uruguayo José «Pepe» Mujica, de 89 años, enfrenta un complicado estado de salud tras ser diagnosticado en abril de 2024 con un tumor en el esófago. Debido a su edad y a una enfermedad autoinmune preexistente, los médicos descartaron la quimioterapia y la cirugía como opciones viables. Mujica se sometió a 32 sesiones de radioterapia, lo que permitió reducir el tamaño del tumor, aunque esto le dejó secuelas que afectaron su capacidad para alimentarse con normalidad. En diciembre de 2024, se le colocó un stent en el esófago, mejorando su calidad de vida.

A pesar de estas dificultades, Mujica ha mantenido su participación activa en la política uruguaya. Durante 2024, jugó un papel relevante en la campaña electoral que marcó el regreso de la izquierda al poder en Uruguay. Desde su chacra en Rincón del Cerro, Mujica continúa compartiendo reflexiones profundas sobre temas como la vida, la muerte y su legado político. Estas ideas han sido parte central de su discurso público, que sigue inspirando a muchos dentro y fuera de Uruguay.

En una entrevista reciente, Mujica reflexionó con humildad sobre su vida y sus ideales, afirmando: «Me dediqué a cambiar el mundo y no cambié un carajo». Sus palabras capturan su visión crítica y su espíritu inquebrantable, mientras sigue defendiendo valores como la austeridad, la solidaridad y el compromiso social. Su lucha contra la enfermedad y su contribución política lo consolidan como una figura emblemática en la historia contemporánea.

Sin embargo en su última declaración afirmó que el cáncer se extendió hasta su higado por lo cual reconoció que le queda poco tiempo de vida y que no lo busquen más para entrevistas. “Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”.