Religión Satanista sufre revés judicial en Chile

El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Chile rechazó la solicitud del «Templo de Satán: Satanistas y Luciferinos de Chile» para ser reconocida como una entidad religiosa de derecho público. El rechazo, que fue oficializado el 13 de diciembre de 2024 mediante la Resolución Exenta N.º 3636, se debió a que las actividades y fines de la organización fueron considerados incompatibles con el orden público y el marco legal chileno. Entre las razones para la negativa se incluyó la promoción de prácticas como la autotutela, sacrificios humanos y rituales sexuales, que fueron interpretadas como contrarias a los derechos humanos y las leyes vigentes en el país.

Tras esta decisión, el «Templo de Satán» presentó una acción de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago, pero el tribunal declaró inadmisible la solicitud el 10 de enero de 2025, argumentando que el procedimiento utilizado no era el adecuado y que no existía un derecho preexistente que pudiera ser protegido en este caso. Esto generó un debate en Chile sobre los límites que la legislación impone al reconocimiento de nuevas religiones y la libertad religiosa, especialmente en relación con prácticas que no están alineadas con los valores éticos tradicionales.

Diversas confesiones religiosas en Chile también se opusieron al reconocimiento del «Templo de Satán», señalando que el satanismo no puede considerarse una religión legítima según los términos de la ley chilena. Argumentaron que las religiones reconocidas en el país deben estar orientadas hacia la búsqueda del bien y la virtud, aspectos que consideraron ausentes en el satanismo. Esta oposición resalta las tensiones entre la libertad religiosa y los valores establecidos por la sociedad chilena en términos de ética y moralidad.