El receso legislativo en Chile, tradicionalmente realizado durante el mes de febrero, es un período en el que las actividades del Congreso Nacional se suspenden para permitir a los parlamentarios tomar su feriado anual. Este receso, establecido en el calendario oficial de la Cámara de Diputadas y Diputados, marca el cierre del período legislativo, que suele comenzar en marzo y culminar en febrero del año siguiente. La pausa garantiza un espacio de descanso para los legisladores tras un año de trabajo en comisiones y sesiones parlamentarias.
Sin embargo, este año, el receso legislativo podría ser modificado debido a la importancia de la reforma previsional que se encuentra en discusión en el Congreso. Parlamentarios, como el diputado Vlado Mirosevic, han propuesto suspender el receso de febrero si la reforma avanza significativamente en el Senado durante enero. Esta medida busca dar celeridad a la tramitación de la reforma, considerada prioritaria por su impacto en millones de trabajadores y pensionados en el país.
La decisión de suspender el receso legislativo requeriría un acuerdo entre las distintas bancadas parlamentarias, destacando la importancia de equilibrar las necesidades legislativas con el bienestar de los parlamentarios. Aunque el receso de febrero es habitual, situaciones excepcionales, como el avance de proyectos de gran envergadura, han llevado en ocasiones anteriores a que el Congreso sesione durante este período. La posibilidad de modificar el calendario refleja la flexibilidad del Congreso para responder a temas de interés nacional.
